domingo, 13 de junio de 2010

A casi dos meses de no postear...

Hace un ratín que no escribo. Es porque no tengo mucho que decir. Públicamente, por lo menos.

Resulta que pasó una cosa muy curiosa que nunca me había pasado. Y que aún cuando no pienso ponerla aquí, ha tenido repercusiones también bastante curiosas, y particularmente difíciles de digerir. Emocional y literalmente.

Regresar a cuándo tenía que comerme los problemas o no comérmelos o demás... ha sido muy extraño. Como si nunca hubiera estado ahí -a veces- y como si nunca me hubiera ido -en otras-.

Resulta que en el corto tiempo de... nosecómollamarlo, me acostumbré demasiado al confort de estar acompañada y calientita y abrazada.
Se me olvidaron muchas cosas y me creí otras tantas que toda mi vida anterior había negado o no había querido vivir con toda la razón que cabe en mi persona. Y resulta que el volver a creer en lo que uno mismo se define es más difícil de lo que pensé. Es más difícil aún, que empezar a creer -desde cero- en cosas que una persona que ni conoces puede venir a pintarte en colores lindos y formas agradables.

La mente y el corazón de los humanitos trabaja en maneras misteriosas y predecibles y estúpidas y razonables y llenas de emociones que me molestan, porque se salen de mi zona de controlable confort.

En fin, algún día tenía que pasar. Y mientras más prontito, pos mejor.

Viéndole el lado bueno, (como esta super woman mega optimista, chingona supera problemas, no-necesito-a-nadie siempre hace) este asunto me hizo tomar el teléfono, bueno no, tomar un medio de comunicación alterno jaa, y decir algo que necesitaba ser dicho desde hace un tiempito. Yo no quiero dejar que el tiempo lo cure y olvidar lo que prometo. Odio eso, me hace pensar lo peor de las mejores personas que conozco -sí.. tu, asshole- así que lo hice. Y no fue tan malo. :)