Hoy, hoy, hace rato.

Hoy me di cuenta de un hecho universalmente comprobable. La mayoría de los pubilicistas de profesión tienen blogs. O mínimo, muchos de los blogs que se topan en mi camino están hechos por publicistas, y la mayoría defeños. ¿Por qué? me pregunto yo. ¿Alguna estadísitica me lo quiere explicar? Explicado o no, está chido porque estos brothers tienen buena ortografía y cualquier aventura de sus vidas, o lo que sea que publiquen en sus blogs, es amigable de leer.
Por ejemplo, hoy me topé con uno mientras trataba de redescubrir y reposicionar a Oasis en mi vida.

Hoy tengo gripa de nuevo. Será que un misterio de la vida hace que desde que me dio anemia a los 14 años por andar de anoréxica, el virus regrese a mi y a sus variadas representaciones en mis kleenex y thera flús y desenfrioles, cada tres o cuatro semanas... Carajo. Así que hoy me encamé y no fui a clase y tampoco me bañé.

Hace rato, mientras evitaba la aguda pena (y hueva) de hacer mi tarea de e-business estaba leyendo varias aportaciones del mundo bloggero sobre el amor y sus incognoscibles características y representaciones. Ja.
Hace dos que tres posts dije que ya no iba a ponerle tanta atención a tal asunto en mi vida pero las cosas cambian. Y éso es lo preocupante aquí. Mucho ha cambiado. Muchísimo. Y me da harto miedo.